LEFFE BLONDE

La abadia Notre Dame de Leffe fue fundada en 1152 a orillas del rió Mosa, en la provincia de Namur al sur de Bélgica y a lo largo de su historia soporto épocas muy duras: en 1460 la abadía fue destruida por una inundación; un incendio barrio el establecimiento en 1466; en 1735 las tropas acantonadas dañaron la cervecería y en 1794 fue saqueada.
La abadía y la cervecería fueron cerradas durante la Revolución Francesa, hasta que en 1929 la abadía fue restablecida. La tradición de las cervezas belgas de abadía continuo y en 1952 se reanuda la producción en la abadía de Leffe. El único sabor desarrollado a través de cientos de años se ha mantenido y aun hoy puede sentirse. Hoy, en Dinant funciona el museo de Leffe mientras el mundo cálido y amistoso de la abadía de Leffe todavía se conserva, igual que los secretos de sus recetas que han preservado cuidadosamente a través de los siglos.
Leffe Blonde. En los años cincuenta, la abadía del Padre Abbot Nys conocio a Albert Lootvoet, un maestro cervecero de Bruselas. Apasionado por el futuro de la fabrica de cerveza, el Padre Nys se molesto al haber sido testigo de como la cerveza había decaído poco a poco hasta cerrar sus puertas en 1809. Tal magnifico lugar no podía ser olvidado, y se prometió a traer la cerveza Leffe de vuelta. El Padre Nys y el maestro cervecero aceptaron el desafió con vigor y tuvieron éxito. Poco después, la fabrica de cerveza Leffe estaba de vuelta en plena vigencia. Una cerveza que brillaba mas que el sol vio la luz del día; la nombraron Blonde. Hoy en día, es la mas popular de las cervezas belgas de abadía que lleva alegrando nuestro paladar desde 1240.
Aroma y Sabor: cerveza rubia estilo belga de abadía, tipo Ale. Disfrutar de una Leffe es honrar tradición antigua que se remonta a casi 800 años. A lo largo de su rica historia, Leffe ha sido elaborada de acuerdo a una antigua receta desarrollada por los Padres de la Abadía Leffe, con utilización de malta de cebada, malta de maíz y maltas aromáticas, ademas de una capa de levadura propia. De aromas balanceados y un gusto elegante, suave y frutal, con matices de naranja, manzana, azúcar moreno y caramelo, para acabar con un toque ahumado. Color dorado y espuma abundante, blanca y cremosa. Con un grado alcohólico propio de las tipo Ale que son mas fuertes, esta cerveza lleva un 6.6% de alcohol.